Cuando el terreno se pone cuesta abajo, comienza la
diversión..., ¡o el sufrimiento! Todo depende de cómo seas capaz de
afrontar la bajada.
Empezaremos por tres consejos que has de hacer creencias
1-No pierdas la concentración
en la bajada, sobre todo cuando estés cansado. Una raiz húmeda o una
piedra rodada pueden desequilibrarte y si no vas atento no tendrás
tiempo de reaccionar.
2-Controla la bici, no ella a ti.
Usa los brazos para peinar el terreno y sacar la bici de agujeros,
reparte bien los pesos y usa los frenos con racionalidad en función del
terreno por el que circules.
3- No intentes mejorar jugándote el tipo.
Acumula kilómetros de descenso controlado y aprende cómo reacciona tu
bici en cada terreno. Repite una bajada corta y cada vez los harás más
rápido en esa y en otras con la experiencia y confianza.
ESTA ES LA BUENA POSICIÓN
- Baja el punto de gravedad. Aplana el tronco y flexiona las extremidades, así la bici se adhiere mejor al terreno y el cuerpo absorbe de manera natural los impactos. Controla la situación del sillín por si la pendiente se inclina y tienes que darle paso entre las piernas hacia el pecho.
- Baja el punto de gravedad. Aplana el tronco y flexiona las extremidades, así la bici se adhiere mejor al terreno y el cuerpo absorbe de manera natural los impactos. Controla la situación del sillín por si la pendiente se inclina y tienes que darle paso entre las piernas hacia el pecho.
-Reparte bien los pesos.
Tienes que ser sensible a las necesidades de adherencia de la bici en
función de la velocidad de bajada y lo pronunciadas que sean las curvas.
Si bajas muy rápido no te olvides de darle el peso necesario a la rueda
delantera o perderás el control sobre la dirección y la frenada.
-Vista al frente.
Abre bien esos ojitos y prepárate para lo que viene. Si vas mirando al
abstáculo que viene inmediantemente a tu rueda delantera, no podrás
posicionarte correctamente. Si las lágrimas inundan tus ojos, haz un
fuerte y rápido pestañeo y que caiga el lagrimón, ya que necesitas
controlar hasta el más mínimo detalle sobre el estado del terreno.
-Un dedo en cada freno.
El freno que princialemente detiene la bici es el delantero, pero el
trasero le asiste dando más seguridad y eficiencia en la frenada. Los
dedos que agarran con fuerza el manillar son el meñique y anular, por lo
que lleva siempre al menos el indice apoyado en ambas manetas de freno.
Nunca acciones los frenos de manera muy violenta a no ser que te hayas
pasado y sea necesario.
TRUCO: Regula
la distancia de la manetas de freno del modo en que te sientas más
seguro. Unos prefieren que la maneta frene muy cerca del puño y otros
muy lejos. Prueba regulando el tornillo de alcance. Bajar el sillín en
los descensos es una gran ventaja para los más miedosos. Pon un cierre
rápido o una tija telescópica, las hay automática con mando de acción
inmediata, si la pendiente te aterroriza.
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